Pastel de concreto

La pastelería está tomando un giro minimalista: cada vez más simple e innovador. Así mismo, la evolución de cada tendencia en los pasteles debe reflejar el cambio en la sociedad y su búsqueda de adaptarse a lo moderno.

Hace unas semanas fue el cumpleaños de una de mis primas más queridas. Como todos los años, vuelto una tradición, me encargué la tarea de hacerle el pastel para el día de su fiesta.

Cada vez que hago un pastel de cumpleaños me aseguro de aprovechar la situación para hacer algo diferente y llevar algo completamente innovador para impresionar a los comensales. Ya que no solo es una oportunidad de practicar tendencias nuevas que sé que mis propios clientes no ordenarían de mi pastelería por desconocimiento, sino que también sé que me permite poner en vitrina lo que nadie ha visto aún y volverlo objeto de deseo.

Después de incansables búsquedas de ideas en páginas de instagram de pasteleros del otro lado del mundo, me resigné a hacer algo más de lo mismo. No tenía cabeza para pensar ya que estaba muy ocupada por los pedidos de fin de agosto. A este punto no me importaba si el pastel era algo que mi prima quisiera, sino que me interesaba que fuese algo que yo anhelaba a hacer. Pasé días aplazando el hecho de sentarme a crear una idea y pospuse la creación del pastel para el día mismo del cumpleaños.

Ese día por la mañana recurrí a la receta de bizcocho de plátano y crema de mantequilla suiza de café como vieja confiable para la base y pensé que sería un sabor que nadie nunca había probado antes venir de mí. Perdí bastante tiempo revisando mis redes sociales buscando el diseño hasta que pasó por mi mente el recuerdo de haberme sentado en la capilla de estilo moderno/industrial de un cementerio de la ciudad donde habían celebrado la misa de una tía fallecida hace poco. Era de techos altos, toda gris (y, consecuentemente, expuesta a toda falta de color), como si las paredes se hubiesen quedado en la parte de cementar y la dejasen ahí.

Asocié la idea al estilo de muchos pasteleros australianos que había visto replicar esta tendencia desde el año pasado, en especial a <<Don't Tell Charles>>, y me sentí inspirada a revisar incansablemente su perfil en redes sociales y tratar de sacarle el jugo a sus diseños.

Bueno, eso fue exactamente lo que hice. Teñí mi crema color gris concreto, añadí unos cuantos cristales para darle mi toque personal (parte de la tendencia <<geoda>> de la que estoy obsesionada) y terminé con un pastel del cual no tendría idea que me gustaría tanto el resultado. Y fue un éxito en la fiesta, siendo del agrado de mis familiares e invitados pero, especialmente, de mi prima. "La hiciste otra vez, Regina", pensé con la mayor satisfacción del día.

Cuando publiqué la fotografía al día siguiente en mi página de instagram recibí muchos comentarios positivos de gente diciendo que nunca había visto en Trujillo un pastel como el que yo había hecho. Justamente esa es la clase de reacciones que esperaba obtener y es a donde apunto con mi marca: crear algo que nadie haya visto antes acá.

En fin, quedan pocos meses para culminar el año y no sabremos qué tendencias nos depararán para el siguiente. No me imagino en qué situación me encontraré de acá a un año e intentaré replicar en pastel.